3/7/11

El cigarrillo, enemigo letal del embarazo *


El cigarrillo, enemigo letal del embarazo

Además de ser perjudicial para todas las personas, ya que aumenta el riesgo de padecer cáncer y enfermedades del corazón, el fumar durante el embarazo, también es dañino para el bebé.

El cigarrillo es una adicción y como tal, produce daños irreversibles en la salud. Todos los fumadores corren un riesgo mayor de padecer cáncer de  pulmón, entre otras enfermedades, problemas cardiovasculares y otros contratiempos con respecto a la salud, pero el fumar durante el embarazo, acarrea grandes riesgos porque pone en peligro la salud de la mujer y la de su bebé aún por nacer.

“La mujer embarazada o cuando se embaraza no debe fumar durante toda la gestación. La realidad es que muchas veces, una mujer dice puedo fumar 4 ó 5 cigarrillos por día, y esto no es así. Apenas nos enteramos de que estamos embarazadas debemos dejar el cigarrillo”, comentó a Suplemento Mujer, la ginecóloga Marita Sánchez.

Aunque se conoce que el humo del cigarrillo contiene más de 2,500 productos químicos, no se sabe con certeza cuáles son nocivos para el desarrollo del bebé, pero se cree que tanto la nicotina como el monóxido de carbono, pueden hacer que el embarazo no tenga el resultado deseado.

En este sentido, la especialista resalta que “está comprobado que los cigarrillos producen una serie de alteraciones en el feto, sobre todo en el primer trimestre, que es el período de formación”. Los efectos más comprobados son los daños o destrucciones de las células neuronales.

El fumar retarda el crecimiento del feto y los estudios sugieren que además, aumenta el riesgo de parto prematuro (antes de las 37 semanas de gestación). Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen mayores riesgos de sufrir problemas graves de salud durante los primeros meses de vida, incapacidades permanentes, como parálisis cerebral, retraso mental, problemas de aprendizaje e incluso la muerte. “Todos estos daños, producidos embriológicamente, son irreversibles”, explicó Marita Sánchez. Pero además puede inducir en la mamá a una hipertensión y dañar también al feto. Entonces, para ninguno de los dos es ideal el cigarrillo”, dijo la médica.


Hay que tomar conciencia

A pesar de ser muchas las consecuencias, existen mujeres que no dejan de fumar, creyendo que el cigarrillo es la mejor manera de calmar la ansiedad.

“Algunas mujeres dicen: ’Fumo 5 cigarrillos por día porque estoy nerviosa y los nervios le hacen mal al bebe’. Esto no es así. Que la mamá esté nerviosa no le hace mal al bebé, sí que fume. Pensar así es un engaño”, sostiene la especialista. Asimismo, recomienda tomar conciencia de la responsabilidad que implicar estar embarazada: “Así como nos cuidamos de no hacer deportes extremos o no tomar alcohol, dejar el cigarrillo corresponde un compromiso más para nuestra salud y la de nuestro hijo”.

Pero la etapa de gestación no es la única que debe estar libre de humo. “Tampoco se debe fumar durante el amamantamiento, aquí también hay riesgos en el bebé”, agregó.

Es importante resaltar que muchos bebés de madres fumadoras nacen sin complicaciones aparentes, pero a medida que los niños crecen, las consecuencias de haberse gestado con humo aparecerán. “Hay chicos que no exteriorizan los síntomas, muchos de esos ellos a los 5 ó 6 años cuando están en etapa escolar tendrán problemas de aprendizaje, es decir, pueden ser inteligentes, pero demorarán en asimilar los contenidos. Este problema también es producto del cigarrillo”, sostuvo la ginecóloga.

Abstinencia

Dejar de fumar no es fácil. Las ansias, la irritabilidad, el poderoso deseo de fumarse "el último cigarrillo", a veces, resultan abrumadores. Sin embargo, ahora que estás embarazada, probablemente, te des cuenta de la importancia de decir adiós a este hábito.

“No hay que canjear un cigarro porque esté nerviosa. Si los nervios aparecen hay que hacer gimnasia o ejercicios de relajación”, sostiene la especialista consultada. A lo que agregó: “El cigarrillo es una adicción  y cuando la mamá deja de fumar bruscamente, va a sentir la necesidad de seguir fumando, porque su cuerpo sentirá la falta de nicotina. Por eso, si se va a buscar un embarazo hay que dejar de a poco el cigarrillo. Disminuyendo de a uno, no se tendrá el síndrome de abstinencia de ir a prender un cigarrillo compulsivamente”.

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